Harry Potter y el fin de la ideología de género


Después de una década de reinado, la ideología de género empezó a derrumbarse a nivel mundial. Como un efecto dominó, la mayoría silenciosa de la población fue dejando de lado el miedo que la corrección política le había inculcado. Finalmente el hartazgo se vio reflejado en las últimas elecciones presidenciales de varios países con el triunfo de Javier Milei en Argentina o de Donald Trump en Estados Unidos. Al menos hasta la fecha estos jefes de estado han cumplido con el mandato popular que los llevó al poder y están cortando de raíz todo aquel gasto público que respondía a esta temática.

Sin embargo sería un error creer que el problema de base está resuelto. La ideología de género es solo una de las muchas cabezas de un monstruo que tiene por finalidad la imposición del colectivismo estatal por sobre la libertad individual. De ahí la decisión de ilustrar esta nota con aquella bestia feroz de tres cabezas a la que se enfrentan los protagonistas de la primera película de Harry Potter. 

Aunque (aparentemente) una de esas cabezas haya quedado en knockout, aún siguen latentes otros focos de conflicto que pueden llegar a convertirse en tanto o más dañinos que la falsa lucha entre sexos que quisieron vendernos. Pero no importa el nombre que lleve el problema, lo clave es darse cuenta de que todos operan de la misma manera. El objetivo es que siempre haya una disputa vigente entre opresores y oprimidos. En un momento se intentó con la lucha entre dueños de fábricas y obreros, después probaron hombres contra mujeres, para derivar en binarios contra no binarios (lo cual es un oxímoron, ya que con eso se crea un binarismo). 

Es por eso que en cualquier momento se comenzará a fogonear cualquiera de los otros conflictos que ya vienen acrecentándose de a poco: estos son el indigenismo, el ecologismo (no confundir con la ecología) o el racismo. En definitiva, cualquier causa noble tergiversada políticamente con la búsqueda de meter púa para dividir en vez de realmente buscar soluciones. "Divide y reinarás" sería la frase popular que se ajusta a la situación.

Es momento entonces de estar atentos para ver cuál será la próxima cabeza del monstruo que comenzará a acechar la paz de las personas que pretenden vivir en una sociedad con sentido común y lejos de los delirios de ciertos sectores políticos.

Por Tincho Lehmann (@tincholehmann)

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