Salir a robarse los abortos: el enfoque pro-vida que falta

Hoy vemos que se está trabajando fuertemente en los frentes jurídicos, médicos y morales contra el aborto. Sin embargo el sector pro vida casi no toca el terreno comercial. Hablar sin miedo del aborto como el gran negocio que lamentablemente representa, abre la posibilidad de incorporar a esta lucha a aquellos profesionales de las ventas y el marketing. De ahí que surge el planteo central de este artículo.

Se trata de un negocio multimillonario en el mundo entero. La International Planned Parenthood Federation (IPPF), la red de clínicas abortistas más grande del mundo cuenta con más de 46000 instituciones asociadas. Para tomar dimensión de este número, el escritor Agustín Laje suele compararlo con los 33900 locales de McDonald´s que hay en el planeta. Si se tiene en cuenta que un aborto en el primer trimestre puede costar hasta 1500 dólares, los números revelan lo gigantesco de la torta.

En aquellos países donde se ha legalizado, existen grupos de personas que trabajan para que la ley que lo habilita sea derogada.

¿Es posible robar "clientes"?

Si miramos el aborto de una perspectiva puramente comercial, la mujer que se plantea realizarlo pasa a ser sólo un "cliente". Si bien cada persona es distinta, podríamos convenir en que se trata de un sujeto que se encuentra en un momento de vulnerabilidad emocional y por lo tanto susceptible a milenarias técnicas de persuasión por parte de vendedores entrenados.

¿Qué pasaría entonces si un grupo de vendedores especializados en este tipo de clientes (mujeres con embarazos no deseados), comenzara a robarle parte de la torta a organizaciones internacionales como la IPPF? No con el objetivo de obtener los dólares, sino con la -no menor- meta humanitaria de salvar una vida.

El mundo de las ventas y el marketing ha desarrollado a través del tiempo probadas formas de manipular a las personas con el fin de que elijan su producto y no el de la competencia. A grandes rasgos el concepto se refiere a ofrecer una propuesta de valor que supere a la de los competidores.

Esto obligaría en primera instancia a trabajar sobre un producto superador a la opción de abortar. Ya algunas ONGs vienen trabajando en esta línea. Alternativas como la adopción, el apoyo económico, laboral y las capacitaciones conforman parte de este producto alternativo al aborto. Pero justamente ese producto hoy en día requiere que lo agarre un equipo de expertos en marketing y lo potencie al máximo.

Sea como sea, la forma de encarar este frente comercial debe ser del tipo “agresivo”. Con las técnicas de ventas y marketing más utilizadas a nivel profesional. Requiere salir a buscar los clientes a la calle, o telemarketing y llegar antes que la competencia. No hay que tener miedo de mirar al aborto como lo que es: un negocio. Ir a pelearlo en el terreno comercial en el que hoy se encuentra es clave.

Desde ya, para crear un equipo de vendedores expertos de primer nivel será necesaria una fuente de financiación importante, a la cual muchas ONGs desafortunadamente no acceden. Si bien algunas de estas personas podrían prestar sus servicios de manera voluntaria, es fundamental contar con un mínimo de profesionales que garanticen la continuidad de las acciones, y eso probablemente requeriría personal rentado. Los fondos no serían fáciles de conseguir, pero no habría que descartar aportes de grandes compañías que no se encuentren cooptadas por la ideología progresista, o incluso aportantes individuales y altruistas, que buscándolos bien seguramente existan.

Mientras que en otros frentes se trabaja por la derogación de las leyes de aborto en todo el mundo, la avanzada comercial puede disputar la gran torta. Cada porción, cada migaja salvada es una vida y vale la pena.

Para graficarlo, te propongo mirar el siguiente video e imaginar un paralelismo entre la venta del abrigo y el aborto. El poder de un excelente vendedor profesional puede hacer la diferencia, al punto de salvar vidas humanas.

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